Hola luciérnagas,
He sido una de las últimas personas (locas) en unirse al grupo de aprendizaje del idioma ruso, y quiero contaros como ocurrió por si puede servir de ayuda a otros.
Hace casi un año cuando los primeros intrépidos se lanzaron a la aventura, yo lo descarté por completo pues no quería líos. No es que no quisiera aprender ruso, es que no podía creer que fuera posible para mí.
Entonces, "las casualidades de la vida", hicieron que conociese a dos personas en poco tiempo que hablaban ruso!!
Compañeros de trabajo, pero dime, trabajaba en una panadería de una pequeña ciudad, ¿cuantas posibilidades hay de encontrar personas que hablen ruso ahí ???
Entonces las estudié bien y ... parecían normales, quiero decir no superdotadas o algo así ! Y ya empecé a quedarme mosca pero sin decidirme.
Y entonces llegó la triunfante Marieta recitando aquel poema inolvidable, con su ímpetu y tesón!
Y fué el ciclón que me arrastró por fín a dar rienda suelta al deseo de mi Alma.
Y fué tan cálido el recibimiento en el grupo, tan fácil, tan estimulante por parte de todos los compañeros y de Yulia y Natalie!
Toda la enseñanza tan bien estructurada, tan ordenado, tan didáctico y divertido!
Apenas estoy terminando de aprender el alfabeto, lo cual ya me parece un logro. Pues esos inescrutables signos cirílicos que nunca pensé llegar a descifrar, ya no se me resisten
Pero lo más importante es que me siento feliz, y no tengo ni idea de porqué. Tal vez haya viejas huellas rusas escondidas dentro de mi ?
Y sé que a muchos de vosotros os pasa lo mismo, queréis pero no os atrevéis. Y os animo; aquí no hay juicios, no hay exámenes, no hay apremios, aprendes al ritmo que quieres y puedes. Todo está fantásticamente explicado y fluye armoniosamente.
Así que atreveros a descubrir lo que lleváis de rusos dentro de vosotros.
Con cariño,
Antea